En esta oportunidad decidí escribir sobre ese delicado órgano de placer que tenemos las mujeres. Más allá de que es el disparador de sensaciones placenteras por excelencia, no porque se lo toque o frote de forma directa va a producir un orgasmo, a veces podría ocurrir todo lo contrario, es necesaria una estimulación de todos los sentidos, cuanto más amplia mejor, para que las sensaciones excitatorias empiecen a surgir en esa delicada zona. El ambiente, la temperatura del lugar, el vínculo con el otro,la música,las palabras, las fantasías, toda la escena que se crea es fundamental para que las sensaciones de excitación aparezcan. Y el recordar que tenemos un largo cuerpo que recorrer y » ahí»( el clítoris) es muchas veces al final del recorrido o «alrededor» de él , bordéandolo hasta que la mujer lo pida o lo sugiera. Incluso algunas mujeres refieren que las excita más el frote ,teniendo ropa interior que sin ella. Es un arte!!, muchas veces lo que las excita en un momento, en un momento futuro ya no( estos les pasa también a los hombres), y es simplemente porque gran parte de lo que nos excita tiene que ver con la sorpresa y la novedad. Entonces si sabemos cada paso que viene, como si fuera un guión que repetimos una y otra vez de la misma manera… el clítoris no responde como un botón de encendido y apagado(on/off).Un exceso de frotación y sin precalentamiento de algún orden, puede producir irritación o rechazo al tacto. El precalentamiento es el gran secreto de todo encuentro sexual y puede empezar desde antes del encuentro físico de la pareja, con mensajes anticipatorios que cumplan esta función, con tactos casuales previos y con toda variedad de estímulos que muchas parejas estables dejaron de hacer o de percibir, porque siguen presuponiendo que porque se aman , el deseo va a seguir o debería seguir encendido automáticamente.Y nada menos certero que esto, al deseo hay que seguir alimentándolo toda la vida. Alimentar la propia líbido, teniendo una vida que nos entusiasme, también colabora en un encuentro sexual variado y satisfactorio. Pero el clítoris no es un botón, y su encendido depende de «botones» que en algunas personas están en la nuca o en las orejas. A descubrirlo!
Lic. Dolores Rueda