» Necesidad excesiva de complacer al compañero»

El deseo de brindar goce o de compartir el placer con el compañero no es sólo algo positivo y saludable , sino que es uno de los requisitos para realizar satisfactoriamente el acto sexual. Sin embargo, la obsesión de complacer, de lograr un buen rendimiento o de servir, sin decepcionar, puede constituirse en una fuente muy grave de emociones destructivas. El pensamiento de que “tengo que tener una erección rápida y mantenerla durante largo tiempo para que ella se sienta complacida”, o la compulsión por parte de ella de complacer las necesidades sexuales del hombre el punto de marginar las suyas propias, o como en el caso  de muchos hombres que aparece un temor inconsciente de que si no funciona satisfactoriamente , su pareja los va a abandonar, esta presión  puede bloquear la respuesta de erección.

Las mujeres son especialmente vulnerables a la angustia del rechazo. Ciertas respuestas habituales como “tengo que apresurarme y tener un orgasmo, porque sino le decepcionaré”, o “mis pechos no son lo suficientemente grandes como para excitarle, o “no puedo tardar tanto tiempo porque se va a impacientar”, han destruido el buen funcionamiento sexual de un inmenso número de mujeres.

Las raíces de esta inseguridad se hallan tanto en las relaciones infantiles de los pacientes ( sobre todo si el amor y la aceptación dependían de agradar a los padres y “fingir” ante ellos) como en la falta de información sexual que engendra unas expectativas poco realistas.

Algunas personas se sienten permanentemente acosadas por el temor a quedarse solas o por la anticipación del fracaso. Invisten a su pareja con un valor parental transferencial y se sienten aterrorizadas ante el pensamiento de ser rechazadas y abandonadas “de nuevo” quedando así indefensas  e insignificantes. Estas personas se hallan bajo la presión constante de demostrarse a si mismas que son indispensables. Si bien las técnicas terapéuticas breves no pueden alterar estos problemas básicos, tan profundamente enraizados y aún no resueltos, pueden en cambio, alentar la seguridad del paciente en una transacción sexual específica. A la mujer se la alienta y se la apoya para que exprese sus propios ritmos y necesidades sexuales y se la anima cuando observa que sus expectativas de rechazo no se materializan. El varón aprende que si se abandona ”egoístamente” a sus sensaciones eróticas cuando alcanza altos niveles de tensión sexual ( como requiere todo buen funcionamiento sexual),su mujer no sólo no le rechazará, sino que quizás encuentre excitante ese ardor.

A menudo es esencial enseñar a la pareja el valor del “egoísmo” transitorio para que puedan abandonarse a la experiencia sexual. Dicho de una manera más exacta: tienen que aprender a dar y tomar placer alternativamente.

El hombre y la mujer se  relevan en dar placer y, ocasionalmente, en elicitar el orgasmo. A ambos se les instruye específicamente para que se centren en sus propias sensaciones al hacer el amor. En algunas ocasiones aconsejamos a una persona que intente no pensar en el otro mientras éste le estimula. Estos experimentos con el “egoísmo” suelen revelar de una manera conspicua los efectos tan adversos sobre el abandono sexual que ejercen los pensamientos de culpa y ansiedad acerca del compañero: “ ¿ Se le estará cansando la mano? “ ¿Se estará aburriendo de chuparme? ¿ “ No me estaré retrasando demasiado? “ ¿ Me verá gorda en esta posición?” “ ¿Me considerará ella un buen amante? “

Este material es el que se convierte en el tema de nuestra terapéutica a lo largo de las sesiones.

“Necesidad excesiva de complacer al compañero” (Las causas inmediatas de las disfunciones sexuales) del Libro “La nueva Terapia Sexual” de Helen Singer Kaplan

Conclusiones:

Como en otros textos Helen Kaplan es muy clara y pedagógica, creo que el tema del egoísmo en los momentos que cada uno quiere llegar al orgasmo, o la alternancia entre dar y recibir placer es fundamental. Y hay mucha confusión al respecto, creyendo que si uno piensa en alguna fantasía que potencie la excitación traiciona al compañero o algo asi. Este tema es mucho más importante de comprender y poner en práctica que creer que el disfrute sexual es una cuestión de posturas, más vale  el placer sexual se centra en un conjunto de frotes y fantasías.

Lic. Dolores Rueda

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