En mi trabajo con parejas observo que aún con pocos años de convivencia, ya empiezan a «enfriarse» en su vida sexual, están cansados, aburridos, con los chicos en la cama, defendiendo un colecho que puede estar encubriendo otras cuestiones de la pareja.Cuando les pregunto sobre su intimidad en general, cuando ocurre, esta basada en la penetración algo cortito, rápido , casi para cumplir… con quien??.Cuando quizás solo uno de la pareja quiere y el otro no, parece no existir nada intermedio, muchos están convencidos de que hay que hacer la cosa completa o nada, algunos creen también que en cada encuentro sexual deberían acabar ambos… cuando quizás el que estaba mas cansado solo con acariciar al cónyuge estaba satisfecho. En momentos de cansancio, de enfermedad o de post parto pueden hacerse cosas parciales muchas veces mas o igual de satisfactorias que la penetración. Esto libera al hombre de creer y tener la presión de estar siempre listo y erecto. La satisfacción de su pareja puede lograrse aun sin penetración como una variante mas dentro del amplio espectro de la sexualidad, y así en vez de que cada encuentro sexual sea algo trabajoso, puedan turnarse también y así una vez ser mas activo uno y otras veces el otro. Lo mismo para la mitad de la vida cuando el hombre entra en la andropausia y sus erecciones no son ni tan firmes ni tan duraderas y las mujeres están menos lubricadas, es importante retornar a los juegos sexuales quizás en muchos casos olvidados y disfrutar de todas las posibilidades parciales que tanto placer pueden proveer.
Así recordaremos que tenemos manos, cuello, espalda, entrepierna, hombros,nuca, pies, abdomen, orejas y boca para darnos mutuo placer y no reduciremos el encuentro sexual al coito como única alternativa. Nadie esta tan cansado como para recibir un buen masaje de su compañero y en otra oportunidad le tocara al otro.
Lic. Dolores Rueda