El reciente libro ¨The Sex Myth¨, abre el debate global sobre la falacia de una sociedad hipersexualizada.
The sex Myth es el resultado de una investigación en torno de la vida sexual de su generaxción, ¨los millennials¨, aquellos nacidos entre los 80 y los 90, realizada a través de más de 200 entrevistas personales y una laboriosa revisión de la bibliografía especializada, que concluye en apuntar todas las armas contra ¨los mitos centrales en torno de la sexualidad en Occidente¨. El primero de ellos es la imagen de una sociedad hipersexualizada tal cual la pintan los medios. ¨el segundo, menos obvio, es el valor emocional del que está investido el sexo, la creencia de que es la más especial y significativa fuente de emociones y del placer más perfecto que cualquier otra actividad humana¨.
En su investigación Hills se topó con una brecha: la que separa la verdadera vida sexual de las personas de lo que las personas dicen o creen acerca de su propia sexualidad y la de los otros.
Michael Kimmel, sociólogo, realizó una encuesta a estudiantes sobre qué porcentaje creían que tenían sexo sus compañeros durante el fin de semana, a lo que respondieron , el 80%, el resultado determinó que sólo tenían relaciones sexuales entre el 5 y el 10 %, hecho sobre 24000 estudiantes universitarios en los Estados Unidos.
Andrea Gómez, psicóloga y sexóloga sostiene ¨la gente no tiene tanto sexo como dice¨, el problema es que a veces hay personas que por querer cumplir con ese mandato sienten que tienen un problema, cuando en realidad el no tener relaciones sexuales o tenerlas con cierta frecuencia, si es una elección de pareja, no debería ser un conflicto.
Un reciente estudio realizado durante cuatro décadas sobre más de 30000 personas, afirma que tener sexo una vez por semana es suficiente para asegurar el bienestar de la pareja.
¨Lo que antes era el tabú de la virginidad, como exigencia previa al matrimonio, ahora se ha convertido en el tabú a la virginidad en el sentido de que no está bien visto que esta se prolongue en el tiempo¨, afirma Juan Eduardo Tesone, psiquiatra de A.P.A.
Beatriz Literat, sexóloga de Halitus, señala la aparición del Viagra como un momento bisagra: ¨ De pronto la gente la yo se quería perder de nada más, ya era mucho lo que había quedado reprimido en las décadas anteriores. Esto produjo que en muchos casos, la sexualidad y su ejercicio a ultranza se convirtiera en protagonista, dejando a la persona en un plano secundario¨.
Adrián Hellien, psiquiatra, autor del libro ¨Cuerpos equivocados¨, habla de la ¨novela¨ y del ¨porno¨ en el sexo, dice que la novela, es donde se espera que el amor romántico lo solucione todo, y que si la pareja se quiere, eso sea un ensamble perfecto en la cama, y el del porno se refiere a ¨destrezas de todo trapo, maravillas acrobáticas, cuerpos perfectos contorneándose al compás de gemidos y orgasmos múltiples¨.
La novela y lo porno son espejos que distorsionan la realidad. El resultado es que si no funcionó como en la novela o lo porno, entonces algo anda mal.
El mandato de que hay que tener siempre relaciones sexuales, y que éstas tienen que ser numerosas y satisfactorias, hace que hoy uno vea en el consultorio casos de varones, que apurados o empujados a cumplir con ese mandato creen que siempre tienen que estar listos y dispuestos para una relación sexual.. Así les cuesta entender y aceptar que cuando se presenta una disfunción sexual, como una dificultad en la erección, muchas veces tiene que ver con factores psicológicos, emocionales, con ansiedad y con la falta de conocimiento de cómo se genera la excitación y el placer, explica Hellien.
¨En un 2015 de fast food, stress y tantas preocupaciones, en numerosas parejas, el sexo se ha convertido en un mero acto genital cuasiobligatorio para preservar el matrimonio, dejando de lado el verdadero disfrute, comenta Mariela Tesler, especialista en pareja y sexualidad y directora de Isabellina.¨
A la hora de analizar la propia vida sexual Tesone, sugiere tener en cuenta que no existen patrones de conducta sexual en lo que hace a la frecuencia, y agrega que se ha presentado al sexo como otro modo de consumo que permitiría alcanzar la felicidad, desconociendo que la sexualidad humana, más allá de sus distintos modos de expresión, no logra nunca ser plenamente satisfecha.
Conclusiones:
Creo que la nota es muy interesante y describe muchos fenómenos, fantasmas y creencias alrededor de la sexualidad en estos tiempos. Y me parece que en las consultas individuales o de pareja tenemos la posibilidad de aclarar estas cuestiones, sin embargo creo que muchas personas o parejas, pueden buscar minimizar la importancia del encuentro sexual por desinterés o por gastar su energía personal y corporal en otras cuestiones, como por ejemplo un exceso de trabajo, y creer que es más importante traer dinero al hogar que mantener el encuentro íntimo nutrido, alimentado, recreado. Ya que sino a lo largo del tiempo podemos correr el riesgo de convertirnos en ¨dos pagadores de cuentas¨, o ¨dos padres de determinada cantidad de hijos¨ y olvidarnos que en el mejor de los casos lo que los hizo ¨pareja¨ fue una atracción de cuerpos y cerebros, ya que uno puede convivir bajo el mismo techo con un compañero, con un amigo, y dividir las cuentas, incluso hacer programas sociales, deportivos, viajes, etc, la diferencia con la pareja es que comparto sexualidad, asi es que en mi opinión sigue siendo lo más importante en la pareja, entendida la sexualidad en un sentido amplio y no reducida a un mero acto acrobático, más que el diálogo, los gustos en común,etc.
Lic. Dolores Rueda